La Comunidad de Madrid ha dado un paso significativo al iniciar los trámites para declarar a la fábrica de Clesa como Bien de Interés Cultural. Esta decisión resalta la importancia histórica y cultural de este emblemático edificio, que ha sido testigo de décadas de actividad industrial en la región. La protección y conservación de este patrimonio arquitectónico se convierte en una prioridad para las autoridades madrileñas, quienes reconocen su valor como parte fundamental de la identidad local. La declaración como Bien de Interés Cultural supondría un reconocimiento oficial y la implementación de medidas para garantizar su preservación y difusión, permitiendo que las generaciones futuras puedan apreciar y disfrutar de este legado histórico.
Madrid inicia proceso para declarar fábrica de Clesa como Bien de Interés Cultural
La Comunidad de Madrid ha dado inicio al proceso de tramitación para la declaración de la antigua fábrica de Clesa como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento. Esta emblemática fábrica, obra clave del reconocido arquitecto Alejandro de la Sota, será protegida como monumento, según lo anunciado por el Consejo de Gobierno en su reunión de hoy.
Antigua fábrica de Clesa, obra clave de Alejandro de la Sota, será protegida como monumento
El edificio de la capital, ubicado en el distrito de Fuencarral-El Pardo, es reconocido a nivel internacional por su innovación y contribuciones técnicas a la arquitectura industrial. Esta obra, que data de septiembre de 1958, fue concebida por de la Sota y el ingeniero agrónomo Manuel Ramos Amieva para la elaboración de productos lácteos.
La protección como BIC abarcará tanto el edificio como su entorno, incluyendo la parcela colindante que forma parte del complejo, con el objetivo de preservar su valor cultural e histórico. Esto se alinea con la intención original de los autores de integrar el proyecto con la naturaleza circundante. La Comunidad de Madrid considera que no es necesario extender la declaración a otras parcelas colindantes debido a su clasificación como suelo urbanizable de especial protección.
La fábrica de Clesa representó un hito en la modernización de los hábitos alimentarios, promoviendo el consumo de leche tratada e higienizada de forma industrial. Además, se convirtió en un punto de referencia para la población, especialmente para los escolares de la época que admiraban su modernidad y pulcritud.
Destaca la disposición tripartita en naves para diferentes usos, con espacios dedicados a la elaboración y almacenamiento de productos, la administración, la recepción de leche y los vestuarios del personal. El diseño del edificio refleja los valores de la arquitectura moderna, como la integración con el entorno, la responsabilidad social y la creación de ambientes para el bienestar de las personas.
La fábrica de Clesa, que cesó su actividad en 2011, ocupa más de 10.000 metros cuadrados en la avenida del Cardenal Herrera Oria y fue construida a finales de la década de los 50. Desde su apertura en 1962, se convirtió en un referente en el distrito de Fuencarral-El Pardo por su calidad, tamaño y diseño moderno, siendo uno de los mejores ejemplos de arquitectura industrial española del siglo XX.
Alejandro de la Sota, referente de arquitectos españoles, destacó no solo por la fábrica de Clesa, sino también por otras obras como el Gimnasio del colegio Maravillas de Madrid, declarado BIC en 2017.
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