En un esfuerzo por hacer frente a los desafíos climáticos y económicos que afectan a los agricultores de la región, Madrid se embarca en un estudio pionero enfocado en la búsqueda de nuevos cultivos que sean resistentes a la sequía y que, al mismo tiempo, puedan incrementar la rentabilidad de las explotaciones agrícolas. Este proyecto innovador se presenta como una medida estratégica para diversificar la producción agrícola y garantizar la sostenibilidad a largo plazo en un contexto de cambio climático. La iniciativa busca no solo proteger a los agricultores ante los efectos adversos del clima, sino también fomentar la innovación en el sector agrario y promover la rentabilidad económica de las actividades rurales en la región madrileña.
Madrid investiga nuevos cultivos para enfrentar sequía y beneficiar agricultores
La Comunidad de Madrid estudia nuevos cultivos para combatir la escasez de lluvias y aumentar la rentabilidad de los agricultores. El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ha visitado hoy la Finca Experimental La Chimena, que el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) tiene en Aranjuez.
Allí, ha conocido de primera mano los trabajos de estos profesionales, entre los que destacan la recuperación de variedades autóctonas resistentes a la sequía y que, además, garantizan buenos rendimientos y reducen la necesidad de tratamientos químicos. En este sentido, se han desarrollado algunas plantas desaparecidas de los campos, como la almorta, la alholva, la algarroba y nueve variedades de garbanzo, productivos y tolerantes a enfermedades como la rabia y el tizón.
Novillo ha indicado que “desde el Gobierno regional se va a seguir apoyando a los trabajadores del campo madrileño, como ya se ha hecho con los más de 6,3 millones de ayudas con fondos propios, de los que se han beneficiado cerca de 1.800 productores”. A los cultivos herbáceos de secano, el Ejecutivo autonómico ha destinado 4,3 millones para compensar las pérdidas ocasionadas por la sequía a las casi 76.000 hectáreas declaradas en la PAC de 2023. De ellas, algo más de 9.600 han sido leguminosas, con cerca de 900.000 euros.
La Finca La Chimenea de Aranjuez tiene una extensión de 285 hectáreas, y es una infraestructura experimental dedicada a proyectos que abarcan diversas técnicas de cultivo, agricultura de conservación, gestión del suelo y mejora genética de núcleos ganaderos de ovino, porcino y vacuno. Esto la convierte en un modelo de investigación en el que se ensayan las semillas, especies ganaderas y técnicas que se han obtenido en los centros de experimentación de El Encín y otros dependientes del IMIDRA.
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