Ruta por el Pontón de la Oliva, el interior de sus Cárcavas y su necrópolis tardoantigua

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Ruta singular por el Pontón de la Oliva y las Cárcavas del río Lozoya

Este fin de semana de junio, os proponemos una ruta singular que discurre por un paraje en el cañón del río Lozoya, cargado de historia. Se trata de la ruta por el Pontón de la Oliva y por el interior de sus Cárcavas, aderezada por una visita a su necrópolis tardoantigua.

El disfrute del senderismo en la ruta del Pontón de la Oliva

El disfrute de los amantes del senderismo se plasma en este recorrido, que arranca en la presa del Pontón de la Oliva, la más antigua construida en la región, a mediados del siglo XIX. Enclavada en el cañón del río Lozoya, muy cerca de Patones y que se adentra en las Cárcavas, formadas por la erosión del agua, de color rojizo y aspecto de otro planeta.

La presa del Pontón de la Oliva, una pared de muros escalonados

El camino se inicia en el margen derecho de la carretera M-134, una vez sobrepasada la población de Patones de Abajo, que da paso a la presa del Pontón. Ésta emerge como una pared de muros escalonados, fruto del trabajo de centenares de presos de la época, y que nunca llegó a ejercer su cometido, ya que al finalizar su construcción se constató que sufría innumerables filtraciones en el terreno colindante por lo que el agua desaparecía bajo el muro del embalse.

Impresiona la pasarela colgada, en la pared del cañón y que deja al descubierto las condiciones de trabajo en las que fue realizada la presa, también en este punto se pueden apreciar los acantilados en los que los escaladores demuestran sus habilidades.

Perfil de la ruta, adecuada para todos

El perfil de la ruta desde el GR-10, es de escasa altitud salvo por un pequeño repecho entre lomas al inicio de la ruta. Es por tanto adecuada, para realizarla de forma tranquila y sin mayores requisitos que un buen calzado y el agua necesaria.

El recorrido por las Cárcavas y el arroyo de La Lastra

Hay que seguir el curso del sendero hasta el arroyo de La Lastra, y por su ladera siguiendo el discurrir de las aguas acabaremos en el interior de las Cárcavas. Cuevas y canales, que con precaución permiten disfrutar de una maravilla creada por la naturaleza.

El camino discurre por el canal central, ya que la mayoría del resto de canales no tienen salida. Para terminar en el alto de las Cárcavas, accedemos por una ladera, tras una pequeña subida algo pronunciada. Una vez coronada la cima, podemos hacer fotos, desde una vista privilegiada, para que el día de excursión sea imborrable.

La necrópolis tardoantigua de la Dehesa de la Oliva

El yacimiento de la Dehesa de la Oliva se localiza al noreste de los dos núcleos de población de Patones (de Arriba y de Abajo), prácticamente en el límite de la Comunidad de Madrid con la provincia de Guadalajara. Se ubica en una elevación que forma parte de la serrezuela denominada “Las Calerizas”, una banda de calizas cretácicas que se prolonga desde Torrelaguna hasta la localidad de Valdepeñas de la Sierra.

El lugar domina visualmente la confluencia de los ríos Lozoya y Jarama y las llanuras que se extienden hacia el sur, combinando el control estratégico del territorio circundante con las defensas naturales que ofrece su emplazamiento. Se compone de dos amplias plataformas que tienen una marcada pendiente hacia el valle del cercano río Jarama.

La necrópolis altomedieval

Los pobladores de época altomedieval emplearon la parte más alta del cerro como necrópolis, excavando las tumbas en las ruinas de la vieja trama urbana tardorrepublicana. Las sepulturas ocupan el interior de las antiguas dependencias domésticas, adaptándose a la disposición de los muros existentes.

Hasta ahora se han excavado un total de 33 tumbas, que presentan orientaciones Norte-Sur y Oeste-Este. Se han identificado enterramientos de diversa tipología: en fosa simple, en cistas cuyas paredes están revestidas con lajas de caliza o de pizarra y en cistas con muretes de mampostería.

La utilización de esta zona del cerro como cementerio habría comenzado a mediados o finales del siglo IV después de Cristo, manteniéndose en uso al menos durante todo el siglo V d. C.

Fuente, texto y fotos: Turismo Madrid / Comunidad de Madrid.

Francisco Javier Rodríguez

Soy Francisco Javier, redactor jefe con una amplia experiencia en el mundo del periodismo. Me enorgullece formar parte de La Voz de Madrid, un periódico independiente que se dedica a informar sobre la actualidad de la capital. Con un equipo comprometido y profesional, trabajamos día a día para ofrecer a nuestros lectores noticias veraces y relevantes que reflejen la vida madrileña en toda su diversidad. Mi pasión por la escritura y mi dedicación a la verdad me impulsan a seguir contribuyendo al crecimiento y prestigio de nuestro medio.

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