Armengol jamás habló con Ábalos de las mascarillas del caso Koldo ni de su reclamación.
La presidenta de las Islas Baleares, Francina Armengol, ha declarado de forma categórica que nunca mantuvo conversaciones con el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, sobre las mascarillas del caso Koldo ni sobre su reclamación. Estas afirmaciones surgen en medio de la polémica por la gestión de la crisis sanitaria en la región y las posibles irregularidades en la adquisición de material sanitario. Armengol ha insistido en que no ha existido ningún tipo de comunicación al respecto con Ábalos, desmintiendo así cualquier implicación en el controvertido asunto. La transparencia y la veracidad de las declaraciones de los líderes políticos se convierten en aspectos fundamentales para mantener la confianza de la ciudadanía en tiempos de crisis como la actual.
Armengol niega haber hablado con Ábalos sobre mascarillas del caso Koldo
La presidenta del Congreso y expresidenta de Baleares, Francina Armengol, jamás habló con José Luis Ábalos sobre las mascarillas del caso Koldo ni de la reclamación que inició para solicitar la devolución de una parte de su importe al comprobar que no se adecuaban al contrato firmado, según han avanzado fuentes cercanas a la presidenta.
Prohens se personará como acusación por adjudicaciones en gobierno de Armengol
Prohens se personará como acusación particular por las adjudicaciones del gobierno de Armengol, según el auto fechado el pasado 7 de febrero, el juez de la Audiencia Nacional sitúa a Ábalos en una reunión con Koldo García el 10 de enero de este año en una marisquería de Madrid con el fin de que se llegase a un acuerdo en el marco de la reclamación de 2,6 millones efectuada por la administración balear por un sobrecoste en una compra de 1,5 millones de mascarillas.
Armengol asegura que el Gobierno balear es un afectado en el caso Koldo
Armengol se muestra sorprendida por las informaciones que están saliendo a la luz y fuentes cercanas a ella reiteran que en todo caso esa intermediación sería con el actual gobierno de Baleares ya que niega cualquier contacto con ella. Las mismas fuentes inciden en que toda la contratación se hizo de forma legal y fiscalizada, y que los contratos no dependían de la decisión personal de la expresidenta balear sino de la administración.
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