Desarticulado grupo criminal que estafaba a ciudadanos con técnicas de vishing y spoofing
La Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal que se dedicaba a estafar a ciudadanos utilizando técnicas de vishing y spoofing, haciéndose pasar por una entidad de crédito para adquirir teléfonos móviles. La estructura criminal, asentada en la provincia de Toledo y en el sur de Madrid, fue desarticulada tras una investigación que comenzó hace tres meses.
Modus operandi del grupo criminal
Los agentes identificaron cuatro etapas en la actividad delictiva del grupo. La primera era la selección de víctimas, para lo cual obtenían datos personales de los ciudadanos y comprobaban si eran o habían sido clientes de una entidad de financiación concreta.
Una vez seleccionadas las víctimas, los presuntos autores iniciaban la segunda fase, consistente en hacerse pasar por teleoperadores de la entidad financiera mediante llamadas telefónicas. Utilizaban la técnica de vishing, haciéndose pasar por empleados de la entidad de confianza para obtener información confidencial de las víctimas.
En ocasiones, también empleaban la técnica de spoofing, suplantando el número de teléfono de atención al cliente de la entidad de crédito para ganar la confianza de las víctimas.
Recepción de productos y conversión en dinero
Una vez adquiridos los productos, generalmente teléfonos móviles de última generación, comenzaba la tercera fase. Los productos eran recogidos en diferentes domicilios de la provincia de Toledo o en las instalaciones de una empresa de paquetería por colaboradores del grupo criminal.
Por último, en la cuarta fase, los productos adquiridos fraudulentamente eran transformados en dinero en efectivo. Los presuntos responsables vendían los productos a precios más reducidos a personas de su entorno, obteniendo una rápida ganancia.
Detención de los siete integrantes del grupo criminal
Una vez identificados los integrantes de la estructura criminal, el grupo de ciberestafas de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid realizó una entrada y registro en un domicilio de Leganés que era utilizado como call center por el principal responsable de la estructura.
En la vivienda se incautaron varias tarjetas telefónicas y objetos tecnológicos, así como más de 500 gramos de marihuana y útiles empleados para el cultivo.
Los siete varones que integraban el grupo criminal fueron detenidos y puestos a disposición de la autoridad judicial como presuntos autores de un delito continuado de estafa informática, falsedad documental, blanqueo de capitales, usurpación de estado civil, contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal.
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