La tragedia que marcó un antes y un después en la historia de España tuvo lugar en el municipio de Móstoles en el año 1992, cuando un devastador incendio arrasó con viviendas y cobró la vida de numerosas personas. Este suceso, considerado como el incendio de viviendas más trágico en la historia de España, dejó una profunda huella en la memoria colectiva del país y en la comunidad de Móstoles en particular. Las causas y consecuencias de este lamentable evento continúan siendo objeto de estudio y reflexión, recordándonos la importancia de la prevención y la seguridad en nuestros hogares. A pesar del tiempo transcurrido, el recuerdo de aquella fatídica noche sigue vivo en la memoria de quienes perdieron a sus seres queridos y en la sociedad en su conjunto.
Tragedia en Valencia: cuatro muertos y desaparecidos en incendio devastador
Las cuatro víctimas mortales confirmadas por el momento a consecuencia del incendio de dos edificios este jueves en el barrio de Campanar en Valencia, en el que se buscan 19 desaparecidos, se unen a las numerosas víctimas de incendios registrados en viviendas durante los últimos años en España, cuyas causas fueron desde cortocircuitos hasta cigarrillos mal apagados o braseros.
Recuerdan el incendio más trágico en España: Móstoles, con fallecidos
El siniestro más trágico ocurrido hasta ahora acaeció el 7 de julio de 1992 cuando doce personas -nueve de nacionalidad polaca y tres españoles- fallecieron asfixiados al incendiarse un bloque de viviendas en la localidad madrileña de Móstoles. El origen del suceso, en el que también hubo 17 heridos, fue un cigarrillo que quemó un colchón de espuma y que, al intentar apagarlo en una terraza, prendió en unos segundos la fachada del edificio, construido con materiales de fibra de poliéster. Entre las víctimas hubo tres niños.
Entre los incendios con mayor número de víctimas mortales figuran asimismo tres registrados en residencias de ancianos, como el ocurrido en un geriátrico de Moncada (Valencia) el 19 de enero de 2022, donde fallecieron nueve ancianos; el registrado en un geriátrico de Zaragoza el 12 de julio de 2015, con el resultado de ocho muertos; y el ocurrido en una residencia de Sevilla el 8 de febrero de 2010, donde murieron siete mayores.
Otros incidentes lamentables incluyen el incendio registrado en una vivienda unifamiliar en Écija (Sevilla) el 20 de abril de 2008, que cobró la vida de seis personas, y el suceso del 22 de febrero de 2014, donde seis miembros de una misma familia fallecieron en una casa rural del municipio burgalés de Tordomar.
Según el estudio anual Víctimas de Incendio en España, los incendios o explosiones acabaron con la vida de 164 personas en 2020, una menos que en 2019, y de ellas 119 tuvieron lugar en los hogares, que registraron una media de 47 fuegos diarios, principalmente causados por el mal uso de enchufes y regletas.
A estas cifras cabría sumar las personas fallecidas por incendios declarados en otros edificios residenciales como residencias de la tercera edad, residencias de estudiantes o cárceles; y en infraviviendas como chabolas, edificios industriales o abandonados ocupados por indigentes o personas sin hogar.
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