En un esfuerzo por garantizar la seguridad alimentaria global, Madrid se ha unido a la mayor reserva de cultivos del mundo, un proyecto ambicioso que busca preservar la diversidad genética de los cultivos que sustentan la base de la alimentación humana. Esta iniciativa tiene como objetivo proteger la base de la alimentación global, que se enfrenta a la amenaza de la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. La incorporación de Madrid a esta reserva permitirá la conservación de una gran variedad de cultivos, incluyendo frutas, verduras, granos y legumbres, que son fundamentales para la seguridad alimentaria de las generaciones futuras.
Madrid une fuerzas para preservar la biodiversidad y garantizar la seguridad alimentaria global
La Comunidad de Madrid se ha unido a la expedición internacional que ayer llegó a la mayor reserva de cultivos del planeta, el Banco Mundial de Semillas de las Islas Svalbard (Noruega). Este depósito, que abre sus puertas tan solo dos veces al año, fue construido en 2008 con el objetivo de conservar simientes que permitan hacer frente a una hipotética catástrofe y salvaguardar la base de la alimentación mundial.
Un aporte importante para la biodiversidad
El Ejecutivo autonómico ha enviado a las islas pobladas más septentrionales de la Tierra una estudiada selección compuesta por cinco variedades de tomate, cuatro de trigo duro, tres de cebada y una de avena, procedentes del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA). Estas ciento de semillas se custodiarán en su almacén situado por debajo del hielo, con temperaturas varios grados bajo cero gracias a sistemas de refrigeración artificial y un entorno de entre -3 y -7 grados centígrados.
La aportación madrileña se ha integrado en una colección de más de un millón de muestras, procedentes de cientos de países. Este depósito es clave para la seguridad alimentaria global, ya que permite conservar la biodiversidad de los cultivos y proteger la base de la alimentación mundial.
Un paso adelante en la investigación agrícola y agroalimentaria
En el caso de los tomates, todavía se comercializan en el mercado, mientras que en el caso de los cereales, las simientes no están catalogadas para su venta, pero se conserva su material genético porque permitiría obtener alimentos con mayor tamaño de grano y mayor contenido nutricional, así como una notable mejora en el rendimiento de los cultivos. Por todos estos motivos, resultan de especial relevancia para la investigación agrícola y agroalimentaria.
El envío se ha coordinado con el Centro de Recursos Fitogenéticos del Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA-CSIC). Esta colaboración es fundamental para avanzar en la preservación de la biodiversidad y garantizar la seguridad alimentaria global.
Un esfuerzo internacional para proteger la biodiversidad
La iniciativa de la Comunidad de Madrid se suma a un esfuerzo internacional para proteger la biodiversidad y garantizar la seguridad alimentaria global. La conservación de las semillas es fundamental para proteger la base de la alimentación mundial y evitar la pérdida de cultivos valiosos.
Con esta aportación, la Comunidad de Madrid se une a la comunidad internacional en su esfuerzo por proteger la biodiversidad y garantizar la seguridad alimentaria global. Esta iniciativa es un paso adelante en la lucha contra la pérdida de biodiversidad y un compromiso con la seguridad alimentaria para las futuras generaciones.
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