La negativa de Rusia a entregar el cuerpo de Navalni a su familia ha generado indignación a nivel internacional. La decisión de las autoridades rusas de retener el cuerpo del líder opositor, fallecido tras ser envenenado en agosto del año pasado, ha sido duramente cuestionada. Este hecho pone de manifiesto las tensiones existentes entre el gobierno de Rusia y la oposición, así como las críticas recibidas por parte de la comunidad internacional. La negativa a entregar el cuerpo de Navalni a su familia también ha levantado sospechas sobre la transparencia y la imparcialidad en el manejo de este caso. La presión para esclarecer las circunstancias de su muerte y permitir a sus seres queridos despedirse de él de manera adecuada se intensifica ante este polémico acontecimiento.
La abogada de Alexei Navalni, Kira Yarmish, ha denunciado enérgicamente que las autoridades rusas han negado por tercer día consecutivo el acceso al cadáver de Navalni a su familia, prolongando así la investigación sobre las causas de su muerte.
La viuda de Navalni, Yulia Navalnaya, ha acusado públicamente a Vladimir Putin de ser el responsable de la muerte de su esposo en prisión, instando a seguir luchando por la justicia y asegurando que revelarán las razones detrás de este trágico suceso.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, ha anunciado que propondrá incluir el nombre de Alexei Navalni en el marco legal comunitario de sanciones por violaciones a los derechos humanos, como un tributo a su legado y en defensa de los derechos fundamentales.
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