La noticia de que Dani Alves ha sido condenado a cuatro años y medio de cárcel por violar a una joven en Barcelona ha conmocionado a la opinión pública. El reconocido futbolista brasileño, quien fuera una figura destacada en el mundo deportivo, se ve ahora envuelto en un escándalo de proporciones inimaginables. La sentencia emitida por las autoridades judiciales ha generado un impacto profundo en la sociedad, poniendo de manifiesto la gravedad de los hechos ocurridos. Este lamentable suceso pone de relieve la importancia de la justicia en casos de violencia sexual y la necesidad de que se apliquen las leyes con rigor en todos los ámbitos, incluso en el deportivo.
Dani Alves condenado a 4 años y medio por violar a joven en Barcelona
El tribunal considera probado que el futbolista agredió a la víctima en los baños de una discoteca sin su consentimiento.
La Sección 21 de la Audiencia de Barcelona ha condenado al futbolista Dani Alves a cuatro años y medio de cárcel por violar a una joven en el baño de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona la noche del 30 de diciembre de 2022.
En la sentencia, notificada hoy y contra la que caben recursos, la Audiencia condena a Alves, que ya lleva algo más de un año en prisión preventiva, a cuatro años y medio de cárcel por un delito de agresión sexual, frente a los nueve años que pedía la Fiscalía y los 12 que solicitó la acusación particular.
También ha sido condenado a cinco años de libertad vigilada y a nueve de alejamiento de la víctima, a la que deberá indemnizar con 150.000 euros, cantidad que el brasileño abonó antes del juicio, por lo que se le ha aplicado la atenuante de reparación del daño.
El exjugador del Barça fue juzgado a primeros de febrero acusado de violar a una joven de 23 años la noche del 30 de diciembre de 2022. El brasileño aseguró ante el tribunal que las relaciones fueron consentidas sin que la víctima le dijera en ningún momento que parara.
Sin embargo, el tribunal considera probado que «el acusado cogió bruscamente a la denunciante, la tiró al suelo y evitando que pudiera moverse la penetró vaginalmente, pese a que la denunciante decía que no, que se quería ir».
Señala el fallo que «con ello se cumple el tipo de ausencia de consentimiento, con uso de la violencia, y con acceso carnal», y añade que «para la existencia de agresión sexual no es preciso que se produzcan lesiones físicas, ni que conste una heroica oposición de la víctima a mantener relaciones».
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