Denuncian el desahucio de dos edificios de viviendas en Lavapiés a manos de una productora de cine:
La Asociación de Vecinos de Lavapiés ha levantado la voz ante el desahucio de dos emblemáticos edificios de viviendas en el corazón del barrio, presuntamente llevado a cabo por una productora de cine. Este acto ha generado indignación y preocupación en la comunidad, que ve cómo la especulación inmobiliaria y la gentrificación amenazan la estabilidad de sus hogares.
Los residentes afectados han manifestado su rechazo a esta situación y han solicitado apoyo a las autoridades locales para buscar soluciones que garanticen su derecho a una vivienda digna. La noticia ha despertado un debate sobre la necesidad de proteger el patrimonio arquitectónico y social de los barrios históricos de la ciudad frente a intereses económicos.
Vecinos de Lavapiés se enfrentan al desahucio por productora de cine
La empresa Gloriamundi Producciones, fundada por el productor argentino Pablo Enrique Bossi, ha desencadenado una situación de conflicto en el barrio de Lavapiés, en Madrid. El grupo de vecinos que se resisten al desalojo está compuesto por diversas personas: desde matrimonios mayores hasta jóvenes recién emancipados, pasando por familias migrantes y parejas con hijos. Para estos residentes, las 10 viviendas distribuidas en dos bloques conectados por un patio interior representan su hogar y su arraigo en la comunidad.
Desde el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid se denuncia que la productora de largometrajes ha adoptado estrategias similares a las de los grandes fondos buitre, pero con un enfoque más cinematográfico. Tras la compra de los edificios, Gloriamundi ha comunicado a los vecinos que no se renovarán los contratos próximos a vencer, instándolos a abandonar sus hogares con un mes de preaviso. Esta medida ha resultado en desahucios invisibles en Madrid y en intentos de desalojo incluso de inquilinos con contratos vigentes.
Gloriamundi ha recurrido al acoso inmobiliario para presionar a los residentes a abandonar las viviendas, realizando obras que generan daños estructurales importantes y filtraciones de agua perjudiciales para los hogares de los inquilinos restantes, sin asumir responsabilidad alguna por los daños causados.
Ante esta situación, los vecinos se han unido al Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid para exigir sus derechos y negociar colectivamente con la productora. La campaña #NosQuedamos ha surgido como respuesta a la falta de diálogo por parte de la propiedad, con el objetivo de permanecer en sus hogares y resistir hasta encontrar soluciones dignas para todos los afectados en las viviendas de Buenavista 25 y Zurita 22.
La resistencia de las inquilinas es un acto de valentía y determinación frente a las prácticas abusivas de una empresa que busca desplazar a familias enteras de sus hogares en aras de intereses económicos. La lucha por el derecho a la vivienda digna y la protección de la comunidad local se convierten en ejes fundamentales de esta batalla por la justicia y la igualdad en Lavapiés.
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