En una operación llevada a cabo por las autoridades, han sido detenidos dos individuos por su presunta implicación en la explotación laboral de migrantes sin papeles en una cocina «fantasma» ilegal ubicada en Puente de Vallecas. Según fuentes policiales, los sospechosos habrían obligado a los migrantes a trabajar en condiciones precarias y sin contrato laboral, violando así sus derechos fundamentales. La cocina clandestina operaba de manera oculta, sin cumplir con las normativas sanitarias y laborales establecidas, poniendo en riesgo la salud de los trabajadores y de los potenciales consumidores. Este caso pone de manifiesto la necesidad de continuar combatiendo la explotación laboral y la inmigración irregular, protegiendo a aquellos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.
Desmantelada cocina ilegal en Puente de Vallecas donde explotaban a migrantes colombianos sin papeles
Un hombre de 42 años de edad y su pareja, ambos de nacionalidad colombiana, han sido detenidos por explotar laboralmente a varios compatriotas suyos en situación irregular que trabajaban en una «cocina fantasma» ilegal en el distrito madrileño de Puente de Vallecas. Los hechos tuvieron lugar en la calle Diligencia, en el barrio de Palomeras Bajas.
Los detenidos, de edad similar, fueron acusados de un delito contra los derechos de los trabajadores, quedando a disposición de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional en Madrid.
Detenidos por explotar laboralmente a compatriotas en situación irregular en cocina fantasma
La detención se llevó a cabo luego de que agentes de la Policía Municipal de Madrid avistaran a un joven colombiano de 30 años realizando una maniobra prohibida en la avenida de Buenos Aires. Este joven, en situación irregular en España y sin permiso de trabajo, confesó trabajar para los detenidos en el mencionado local de preparación de comidas para domicilio.
En el establecimiento, los agentes encontraron a otro ciudadano colombiano de 27 años en la misma situación irregular, intentando huir en moto al percatarse de su presencia. Descubrieron una cocina industrial fantasma sin licencia, donde las condiciones higiénico-sanitarias eran precarias y los trabajadores no tenían contrato, trabajaban largas jornadas sin descanso ni seguro, y no recibían pago por horas extra.
Los trabajadores, conscientes de su explotación, revelaron que el «jefe» les obligaba a fichar a la entrada y salida del local, y les pagaba salarios muy bajos que apenas les permitían sobrevivir, aprovechándose de su necesidad.
Los responsables del establecimiento, quienes admitieron tener empleados sin horarios definidos para satisfacer pedidos de empresas de comida a domicilio por Internet, fueron detenidos por el delito cometido en perjuicio de sus compatriotas colombianos en situación irregular en España.
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