El Colegio de Criminología de Madrid desarrolla un análisis detallado para abordar la problemática de los 'narcopisos' en el barrio de Lucero
Debido a la creciente alarma social generada por los 'narcopisos' situados en la calle Cullera, en el madrileño barrio de Lucero (distrito de Latina), y el riesgo de que esta zona se convierta en un lugar con mayor inseguridad real y percibida, el Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid (CPCM), a través de su Grupo de trabajo de Criminología aplicada a la Función policial, ha desarrollado un análisis detallado y una serie de propuestas para abordar la problemática actual.
Desde hace tiempo, la calle Cullera se enfrenta a problemas significativos relacionados con 'narcopisos' situados en los números 14-16. El análisis previo realizado por los criminólogos ha identificado varios factores clave, como el contexto social y urbano. Lucero es un barrio de clase trabajadora con edificios residenciales antiguos y falta de inversión en mantenimiento y seguridad, lo que ha facilitado la aparición de 'narcopisos'.
Los datos policiales indican un aumento de delitos relacionados con drogas y actividades delictivas asociadas, como robos y vandalismo. Y encuestas locales muestran que los residentes tienen una percepción baja de seguridad, especialmente en torno a los edificios identificados como 'narcopisos'.
El trabajo de campo y las entrevistas con los vecinos
El trabajo de campo realizado por los criminólogos, titulado 'Propuesta criminológica para una intervención y prevención eficaz en el barrio de Lucero (Madrid)', ha contado también con entrevistas realizadas a los vecinos, quienes revelan que la problemática comenzó con la llegada de una familia conflictiva que ha ocupado varias viviendas.
Desde entonces, califican como “dramática” la convivencia, salubridad e inseguridad de la zona y destacan que las intervenciones policiales han sido “insuficientes” y los narcotraficantes se sienten «intocables». Por tanto, los vecinos han perdido la confianza en las instituciones y expresan una sensación de “vulnerabilidad e indefensión”.
Propuestas de solución
Ante esta problemática, el Colegio de Criminología de Madrid ha desarrollado una serie de recomendaciones basadas en teorías criminológicas y experiencias similares en otros países:
- Involucrar a los propietarios: Realizar talleres de formación y aplicar sanciones a los propietarios que no cooperen con las autoridades para eliminar el tráfico de drogas.
- Medidas Comunitarias: Lanzar campañas informativas, fomentar la creación de comités vecinales y organizar marchas antinarcóticos.
- Acciones Policiales y Legales: Establecer zonas de aparcamiento exclusivo para residentes, reorganizar el tráfico, aumentar la presencia policial e instalar cámaras de vigilancia.
- Medidas Jurídicas: Implementar programas que permitan a los residentes demandar a los propietarios por daños y utilizar la legislación para confiscar propiedades usadas para actividades delictivas.
- Intervenciones Físicas y de Infraestructura: Mejorar la iluminación y el control de acceso en los edificios, rediseñar y mantener los espacios comunes, e instalar cámaras en zonas estratégicas.
- Colaboración con Instituciones Financieras: Informar a los bancos sobre las propiedades afectadas y aplicar sanciones económicas a propietarios inactivos.
- Refuerzo de Normativas y Código Urbano: Asegurar el cumplimiento de normativas de construcción y seguridad, y realizar inspecciones periódicas.
- Programas de Recuperación y Tratamiento: Implementar programas de tratamiento y rehabilitación para usuarios de drogas.
- Involucrar a las Administraciones: Informar y exigir actuación conjunta y coordinada de todas las administraciones implicadas.
Los criminólogos madrileños señalan que estas medidas, combinadas de manera estratégica y adaptadas a las condiciones específicas del barrio de Lucero, pueden ayudar a reducir y eventualmente eliminar el problema de los narcopisos.
Estas estrategias «se deben basar en estudios de investigación criminológica y de informes policiales que subrayan la importancia de adaptar las respuestas a las circunstancias específicas de este espacio y de involucrar a todos los actores relevantes en la solución del problema (vecinos, asociaciones culturales del barrio, decisores políticos -Ayuntamiento y Delegación del Gobierno, policía -Nacional y Municipal-, juzgados)».
Las respuestas efectivas «suelen implicar la implementación de múltiples estrategias de manera simultánea, y no deben limitarse a acciones policiales, sino que deben incluir la colaboración de toda la comunidad», concluyen desde Grupo de trabajo de Criminología aplicada a la Función policial del CPCM, que harán llegar el informe a la Junta del Distrito de Latina y al resto de las instituciones públicas para que actúen.
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