En un juicio que ha conmocionado a la sociedad madrileña, se ha dictado sentencia condenatoria contra la niñera que intentó matar en dos ocasiones a una bebé en la ciudad de Madrid. El tribunal ha impuesto una pena de 15 años de cárcel a la acusada, cuyos actos han sido calificados como crueles y premeditados. Los hechos, ocurridos en el domicilio de la familia, han generado un profundo impacto en la opinión pública y han puesto de manifiesto la importancia de una correcta selección y supervisión de las personas encargadas del cuidado de menores. La sentencia, que ha sido recibida con alivio por parte de los padres de la pequeña afectada, refleja la gravedad de los actos cometidos y busca garantizar la seguridad de los niños en el futuro.
La Audiencia Provincial de Madrid ha dictado sentencia condenatoria a una niñera, imponiéndole quince años de prisión por el intento de asesinato a golpes de una niña de apenas dos años de edad a la que cuidaba en un domicilio en la capital madrileña. La acusada, identificada como R.D., ha sido declarada autora de un delito de asesinato en grado de tentativa, recibiendo además seis años de libertad vigilada, una orden de alejamiento de 500 metros de la menor por veinte años y la obligación de pagar una indemnización de 18.000 euros.
El tribunal, considerando las circunstancias atenuantes de la pena por dilaciones indebidas en el procedimiento y por la reparación del daño, ha determinado que la procesada abonó 3.000 euros en concepto de indemnización, a pesar de haberse declarado insolvente. Los hechos ocurrieron en dos ocasiones en 2018, cuando la niñera agredió a la menor con un objeto contundente no identificado el 28 de febrero y posteriormente, el 13 de marzo, volvió a golpearla en la cabeza, poniendo en grave riesgo su vida.
Las lesiones diagnosticadas en la niña tras las agresiones incluyeron una fractura en el cráneo, hematomas en la cabeza y mejilla derecha, un edema y una vértebra rota. La menor tuvo que ser ingresada de urgencia en una unidad de reanimación de neurocirugía durante dos meses debido a la gravedad de las lesiones, siendo dada de alta el 19 de marzo de 2018.
A pesar de que ni la fiscalía ni la acusación particular solicitaron una orden de alejamiento de la acusada respecto a los hermanos de la niña agredida, el tribunal ha dejado sin efecto esta medida cautelar adoptada en 2018. La condenada se encontraba en prisión provisional desde el 29 de noviembre pasado, ante el riesgo de fuga alegado por el fiscal.
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