Así se hace el mejor torrezno de Madrid: En la capital española se lleva a cabo un meticuloso proceso para elaborar uno de los manjares más apreciados de la gastronomía local. El torrezno, una deliciosa pieza de panceta de cerdo frita hasta alcanzar su punto crujiente, se ha convertido en todo un emblema culinario de la región. Con una receta tradicional que se remonta a siglos atrás, los maestros torreznos de Madrid ponen todo su empeño en la selección de la mejor materia prima y en la precisión de cada paso del proceso de elaboración. Desde la cuidadosa elección de la panceta hasta el momento exacto de fritura, cada detalle es crucial para garantizar que el resultado final sea excepcional.
El restaurante El Quillo de Getafe gana el premio al mejor torrezno de Madrid
El mejor torrezno de Madrid se come en el restaurante El Quillo de Getafe y así lo ha determinado este fin de semana el jurado del Concurso al Mejor Torrezno del Mundo en el Centro Soriano de Madrid.
Este concurso ha vuelto a buscar finalista en la capital, siendo este restaurante getafense el mejor valorado de Madrid para participar en la próxima final, que tendrá lugar el próximo 10 de marzo en El Burgo de Osma, Soria, donde se batirá frente a otros ocho seleccionados de varios lugares de España por ser el mejor del mundo.
Por eso, un equipo de Madrid Directo ha querido conocer con todo detalle cómo se hace el torrezno de 'El Quillo Restaurante', que ha sobresalido entre sus compañeros participantes siendo el mejor por su elaboración y presentación.
Yaiza, Carlos y Aarón son los responsables de preparar este manjar, que simplemente lleva aceite de girasol oleico, sal, panceta de Soria y, por supuesto, mucho cariño. Estamos muy contentos de haber ganado el primer premio y por ser la primera vez estamos en las nubes.
Descubre cómo se hace el torrezno ganador en El Quillo Restaurante de Madrid
La especialidad de El Quillo son los cachopos y para ellos este galardón al mejor torrezno de Madrid les ha caído de la nada. Todos los ingredientes listos, manos a la obra. Lo primero es cortar buenas rodajas de panceta, de unos tres deditos.
Después se mete en el horno y una vez casi hechos se meten en la freidora a 160 grados para que se terminen de hacer poco a poco. Luego le hacemos una segunda cocción de unos tres minutos aproximadamente un poquito más fuerte, a 220 grados.
Pero el paso estrella, el paso secreto o el paso que posiblemente les haya hecho marcar la diferencia del resto es el último, el que da al torrezno el toque crujiente: meterlo en una máquina tostadora. No tiene casi grasa, no tiene exceso de aceite. Una vez listo, solo queda disfrutar de esta exquisitez.
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